lunes, 16 de julio de 2012

La constituyente de los Arias

Una de las batallas decisivas que deberemos dar en un futuro cercano consiste, en afrontar la idea de Rodrigo Arias Sánchez de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente. Se trata de un proyecto que, sin lugar a dudas, busca darle la estocada final al modelo de Estado que con mucho esfuerzo surgió de la constituyente del año 1949.

Como sabemos, el proyecto de constitución que llevaron los socialdemócratas de la época, fue bloqueado por parte de la oligarquía que había gobernado a Costa Rica desde el siglo XIX. A pesar de esa situación y con miles costos, se logró introducir en el texto constitucional, una serie de normas que lograron dar sustento jurídico al Estado de Bienestar que los neoliberales vienen desmantelando desde hace veintiséis años.

Principalmente el diputado constituyente Rodrigo Facio Brenes, junto con otros compañeros de causa, lograron mantener e introducir un capítulo relacionado con los Derechos y Garantías Sociales. Al leer las actas de la Asamblea Constituyente, uno se puede dar cuenta del enorme trabajo de argumentación y convencimiento que significó la aprobación de aquellas normas sustentadas en los principios de solidaridad, equidad y justicia.

Aunque se venía saliendo de un conflicto armado y el bando triunfador tenía la fuerza que brinda la victoria, los grupos conservadores lograron obstaculizar e impedir que el proyecto de Constitución social demócrata se pudiera concretar de manera integral.

La pregunta que surge al conocer estos hechos históricos es: ¿Qué clase de texto constitucional surgiría ahora que existe un claro sesgo ideológico a favor de las tesis que abogan por el desmantelamiento del Estado del Bienestar? Es en la respuesta de esta pregunta, en que se atisba la relevancia y lo que hay detrás de la propuesta de los Arias de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente.

No se vale decir que no nos lo dijeron. No podremos alegar que no sabíamos. Ya son muchas las veces que Rodrigo Arias ha dicho, con el cuento de la necesidad de modernizar el Estado, que quiere convocar a una Asamblea Nacional Constituyente; en otras palabras, quieren modificar el texto constitucional y no precisamente para profundizar el capítulo de Derechos y Garantías Sociales.

En el pasado ha habido batallas importantes, sin embargo, la batalla en relación con la modificación integral del texto constituyente sería la más trascendental de todas. Estamos hablando que estaría en juego el modelo de Estado en su totalidad, en un momento en que una buena cantidad de ciudadanos han acuñado la ideología neoliberal y por tanto, serían más propensos a permitir reformas en contra del modelo solidario que todavía existe en la Constitución Política.

Veamos si nos entendemos. Instituciones emblemáticas surgidas de las reformas sociales de los años cuarenta del siglo XX como la Caja Costarricense del Seguro Social y la Universidad de Costa Rica, podrían ser objeto de cambios en la función social que han tenido hasta la fecha. Por ejemplo, el principio de universalidad de la Caja podría cambiarse y pasar a regirse por el principio de rentabilidad; asimismo, el principio de autonomía universitaria que rige en universidades públicas como la UCR, podría ser vaciado en función de los criterios economicistas que imperarían al normar la manera de financiar el presupuesto de las universidades estatales.

Los hechos históricos nos permite refutar con pruebas contundentes aquel dicho que dice: En guerra avisada no muere soldado. A lo largo de los últimos veintiséis años de historia costarricense, hemos visto cómo se han venido aplicando medidas en contra del Estado de Bienestar que tanto esfuerzo costó construir; empero, a pesar de que la veíamos venir, no hemos sido capaces de enfrentar de manera sostenida los embates persistentes de los grupos interesados en desmantelar esas conquistas sociales.

Hemos tenido algunos triunfos momentáneos. La lucha contra el combo del ICE, por ejemplo, lo único que hizo fue detener por unos años la voracidad de aquellos que quieren hacer negocio con esta institución estatal. Las diferentes manifestaciones a favor del presupuesto de las universidades estatales, ha permitido que éstas puedan seguir cumpliendo con su función ser conciencia lúcida de la sociedad, pero no por mucho tiempo.

Pero, señores y señoras, la lucha que hay detrás del planteamiento de los Arias de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente no tiene punto de comparación con las luchas que hemos dado hasta ahora. Si en el pasado no han escatimado recursos y procedimientos de toda índole para lograr sus objetivos, debe quedarnos claro que en relación con este proyecto debemos estar preparados para absolutamente todo.

En resumen y para decirlo a lo tico: ¡Que no nos agarren jeteando!

Artículo publicado en el diario digital El país.cr el día 16 de junio de 2012. (12)
http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/69934

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