sábado, 17 de noviembre de 2012

Carta abierta a Fabio Molina

Uno de los cursos de primer año en la Facultad de Derecho, tiene entre sus contenidos la enseñanza de algunos aspectos básicos de lógica. Vemos las falacias no formales entre las que se encuentran las falacias de atingencia, siendo una de ellas la denominada falacia de causa falsa. Señor Molina, a quién pretende engañar afirmando que lo ocurrido con el magistrado Fernando Cruz tiene como causa o motivación el deseo de que la Sala Constitucional no se extralimite en sus competencias.

Su razonamiento no sólo es una falacia de causa falsa, sino también es una falacia de composición. No existe relación entre no reelegir un magistrado y la reforma de la ley de Jurisdicción Constitucional para acotar las potestades o reestructurar el funcionamiento de la Sala Cuarta. Todos sabemos que lo segundo se hace con una reforma a la ley que, por cierto, los legisladores actuales y los anteriores no han tenido la voluntad o capacidad de hacer.

Señor Molina, como estudiante y como ciudadano le exijo respeto. No trate a la ciudadanía como si fuéramos imbéciles, personas como usted hacen que las personas detesten a la política. Tenga un poco de amor propio, deje de comportarse como una persona sin criterio propio y sometido a los designios de esas personas que todos conocemos. A mi corta edad no puedo entender como alguien puede soportar un vasallaje de esas dimensiones.

En un país tan pequeño como Costa Rica todo se sabe. Todavía más cuando se trata de un asunto relacionado como el pequeño mundo de la política y el derecho. La excusa que usted ha dado para haber promovido la vejación que le han hecho al magistrado Cruz es de lo más burda y soez, sinceramente, lo retrata de cuerpo entero y evidencia la putrefacción de la clase política costarricense.

Usted ha dicho, sin el menor sonrojo, como parte de sus “argumentos”, que es necesario renovar a la Sala Constitucional y que esa es una de las razones por la cual se promovió la votación contra el magistrado Fernando Cruz. Si esa fuera una justificación sincera, tendría que comenzar por no reelegir al magistrado Luis Paulino Mora Mora; ya que éste es magistrado de la Sala Constitucional desde 1989 y que, de paso, no ha aflojado la Presidencia de la Corte Suprema de Justicia desde 1999.

Como estudiante me ha tocado leer las sentencias de la Sala Constitucional. Usted puede estar de acuerdo o no con los razonamientos del magistrado Fernando Cruz, pero cuesta encontrar una fundamentación falaz en sus pronunciamientos; todo lo contrario de los planteamientos que su persona ha realizado, para intentar justificar esta acción marrullera y que es propia de los políticos de poca monta que vienen ostentando puestos en los últimos años.

No he tenido el privilegio de ser alumno de Fernando Cruz, pero tengo las mejores referencias de él como profesor. Espero que vuelva a la academia donde se le quiere y se le respeta, ya que se necesita gente como él en las aulas universitarias. Podrá hacerlo, a diferencia de otros, con la frente en alto y con la dignidad que las personas correctas y de bien tienen. Estoy seguro que, en el claustro universitario, encontrará un lugar en el que siga luchando contra las personas que quieren hincar a la institucionalidad costarricense.

Quiero finalizar diciéndole que personas como usted no merecen ser representantes de la ciudadanía costarricense. Su forma de expresarse y de fundamentar este hecho vergonzoso es un insulto a la inteligencia de cualquier persona con un mínimo de formación. Lamento que la provincia de Alajuela tenga un representante ante el Parlamento de sus características, si tuviera un poco de decoro debería abstenerse de salir a los medios de comunicación a justificar la razón de la sinrazón.
Artículo de opinión publicado en El País.cr, 17 de noviembre de 2012. (15)

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